EN UN PLANETA
DESCONOCID .
Había una vez un niño
llamado Juan de 12 años que de mayor quería ser astronauta. Por casualidad Juan
vivía cerca de una central espacial y encima su padre era astronauta. Un día el
padre de Juan le llevó a donde trabajaba. Entonces, cuando llegaron Juan quería
ir al servicio pero había una puerta muy extraña y Juan nunca leía lo que ponía
en las puertas o en los carteles antes de entrar a algún sitio. Entonces, como
no leyó lo que ponía en la puerta pues se metió sin querer en una nave que
estaba a punto de despegar. La nave despegó, y como Juan era despistado seguía
en la nave y justo abrió la puerta y se pegó tal susto que no había pasado ni
un segundo y ya la había cerrado.
Juan se dio cuenta de que
estaba en una nave cuando de repente empezó a flotar así que fue a ver quien
conducía la nave y vio a un chico y una chica. Se llamaban Peter y Mercedes.
Juan se quedó callado unos segundos y luego dijo:
-Hola.
-¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
¡Que hace un niño aquí! -Gritaron Peter y Mercedes asustados.
-No me llamo niño, me
llamo Juan.
-¿Cómo has llegado hasta
aquí? -Preguntó Mercedes impresionada.
-Creía que esto era un
baño, ya decía yo que donde estaba el retrete.
-¡Te dije que no
pusiésemos ese cartel con decorado porque así nadie lo iba a leer! -Exclamó
Peter enfadado.
Peter se tranquilizó y mandó
a Juan a ponerse el traje espacial. Estaron un rato tranquilos y de repente
empezó a sonar la alerta de asteroide.
-Es tan grande como la
Luna. –Argumentó Peter impresionado.
-¡Como mola! –Exclamó Juan.
Intentaron salir a toda
velocidad de allí pero el esteroide era demasiado grande para que pudiesen
salir a tiempo. Por suerte el asteroide les golpeo el motor. Empezaron a dar
vueltas y vueltas y se metieron en un agujero negro.
Se despertaron unas horas
después en un planeta desconocido, en otra galaxia, había humo, polvo rojo y
montes por todos lados. Salieron de la nave y el suelo estaba ardiendo y vieron
un monte muy bajito que echaba humo. Subieron al montecito y cada vez empezaba
a hacer más calor. De repente empezó a temblar el suelo y ¡Boooooom! Había lava
y rocas por todas pares.
-¡Correeeeeeeeeeeeeed! -Exclamó
Peter asustado.
Se montaron en el coche
lunar y salieron de ahí pitando. Cuando llegaron a donde estaba la nave
calcularon que la lava iba a tardar en llegar a donde estaban 24 horas. Se
pusieron a trabajar.
-¡Vamos, a arreglar la
nave que queda poco tiempo! -Exclamó Mercedes.
-Eso Peter que tú no has
hecho nada. -Argumentó Juan.
-Oye, que yo os he sacado
de ese infierno en llamas.
Tardaron 23 horas en
arreglar la nave y cuando iba a llegar la lava se montaron en la nave y
salieron pitando. Cuando iban a meterse en el agujero el planeta explotó en mil
pedacitos y menos mal que no les alcanzó ninguno.
Al final llegaron al
planeta Tierra sanos y salvos y fueron la noticia durante una semana pero el
pobre Juan se llevó un regañina por meterse en una nave espacial, vamos, una
buena regañina.
FIN
¡Bonito dibujo me gusta!
ResponderEliminar